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sábado, 27 de marzo de 2010

Tu rival tras el monitor



Seguramente pienses que, cuando tu compras o vendes, lo estás haciendo como un agente anónimo más del mercado. Tu orden se cursará y que te salga bien o mal es más producto del azar que de cualquier otro factor.

Error.

Seguramente, no operarías tan alegremente si supieras que tu dinero depende de esta partida de ajedrez que estás jugando por ordenador en la que, del otro lado del monitor, está el mismísimo Gari Kasparov.

¿Te has parado a pensar que del otro lado de tu conexión a internet puede haber ahora mismo un profesional de la especulación?

Es tu contrapartida en la operación. Él ha comprado cuando tú has vendido, o viceversa. Y, por supuesto, tiene sus motivos ¿Cuáles son los tuyos?

Si hay gente que se dedica al trading profesionalmente es porque se puede aprender a ganar dinero en Bolsa de forma consistente. Esta gente sabe bien cómo hacerlo.

Teniendo en cuenta que todo lo que unos ganan otros lo pierden, es obvio que tienes todas las de perder. Por supuesto, quien pierde no es el profesional, así que te toca perder a ti.

Salvo...

Salvo que te camufles entre los profesionales y te confundan con uno de ellos.

En ese caso, te pasarías al lado de los ganadores, aunque no te dedicases a ello como tu forma de ganarte la vida.

Para lograrlo, tendrías que pensar como un profesional, analizar las situaciones como un profesional, ejecutar tus operaciones como un profesional, adaptarte al mercado como un profesional. En definitiva, aunque no lo fueras, tendrías que actuar 100% como un profesional.

Esta es la clave del éxito en el trading: Un comportamiento profesional derivado de una actitud profesional.

No importa si el trading es tu principal fuente de ingreso o no, puedes hacer las cosas como las hacen los ganadores.

Disciplina, precisión en el análisis y en la ejecución y una documentación rigurosa de todas las maniobras, son los tres grandes rasgos que diferencian al profesional del aficionado.

Si no quieres permanecer en el bando de los perdedores, pásate al de los ganadores. Tú puedes.


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