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lunes, 4 de enero de 2010

Perdiendo el miedo a perder



Por algún extraño mecanismo mental, tendemos a proteger el dinero como si en ello nos fuera la vida. Nos duele perder dinero.

Cuando empezamos a hacer pruebas en bolsa con dinero real, descubrimos con horror que, no importa lo que hagamos, siempre perdemos ¿Cómo es esto posible si el precio sólo puede subir o bajar? Deberíamos ganar dinero, al menos la mitad de las veces.

Nada más lejos de la realidad. Aunque sólo sea porque tenemos que luchar contra las comisiones y otras deducciones menores, conseguir salir de una operación en positivo es toda una odisea, especialmente al principio.

Pero perder dinero no es algo que corresponda sólo al aficionado. Perder, y perder bien, es lo que distingue al buen trader del mal trader.

Típicamente, un buen trader perderá en la mayoría de sus operaciones, pero perderá una pequeña cantidad controlada y ya establecida antes de empezar la operación. Cuando se producen ganancias, éstas tienden a compensar y superar la acumulación de pequeñas pérdidas.

Para operar bien no te puede importar el dinero que pones en juego. Una vez que has hecho las cuentas y sabes cuánto es lo máximo que vas a perder en caso de que te salga mal, automáticamente, tienes que dar esos euros por perdidos.

Si la dirección que toma el precio te es favorable, querrás proteger tu inversión llevando el stop de seguridad hasta breakeven. Breakeven es el punto en el que, si salta el stop ya no perderás nada, que suele coincidir con el punto de entrada si olvidamos comisiones y deslizamientos.

Que quieras proteger tu inversión es una cosa y que te duela el alma cada vez que el precio vaya en tu contra es otra muy distinta. Tienes que acostumbrarte a perder (como también tienes que hacerlo a ganar).

La idea es que te hagas con un sistema de trading (invéntalo o cópiaselo a alguien). Éste te centrará y tenderás a realizar operaciones parecidas entre sí.

Conforme vayas aprendiendo más y más, irás perfeccionando y remodelando el sistema, el porcentaje de operaciones ganadoras aumentará, las ganancias obtenidas serán mayores, mientras que las pérdidas no crecerán. Sin embargo, al principio, perderás en la mayoría de las operaciones en las que te metas, las ejecutarás mal o regular e incluso quizás se te escape alguna pérdida algo más de lo que quisieras. No te preocupes, es lo normal y, además, es el precio que debe pagar todo novato.

Si nos acostumbramos a valorar la calidad de la ejecución, seguimiento y revisión de nuestras operaciones en lugar de juzgarlas por la cantidad de euros ganados o perdidos, estaremos haciéndonos un gran favor. Concentrarse en hacerlo bien provocará como efecto secundario que ganaremos dinero en términos generales.

Así pues, irritarnos por una pérdida económica no nos lleva a nada bueno. Es más, en ocasiones salimos de una operación ganadora para comprobar cómo el precio se dispara aún más en la dirección deseada cuando nosotros ya estamos fuera. Estas cosas pasan, pero es perjudicial darse cabezazos por una posible ganancia perdida si realmente hemos hecho lo que queríamos hacer y como queríamos hacerlo desde el principio.

Asume que debes perder y perderás el miedo a perder. Acostúmbrate a perder una y otra vez y estarás sembrando el éxito. Tener pequeñas y controladas pérdidas, una tras otra, es el distintivo inequívoco del ganador en potencia.

Si no entiendes algo, si discrepas, si estás de acuerdo, si tienes una idea, si te enfrentas a un problema ¡añade tu comentario!

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1 comentario:

  1. un novato afirma: - Ojala hoy, hubiera sabido perder, y no habría perdido tanto... un blog estupendo.

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