¡Menudo golpe nos hemos llevado con la jornada de ayer!
Y es que tener stops está muy bien, pero cuando la bolsa se desploma de semejante manera y la mayoría de los valores abren con un gap a la baja, de poco sirve tener las cosas previstas. Para eso vale la famosa regla de Alexander Elder del 2%, que reza que el dinero máximo arriesgado (entre todas las operaciones abiertas) no puede superar el 2%. Esto no impide que en una operación concreta no pueda perder un 10% por ejemplo, pues si hay gap como ayer, perderemos lo que haya que perder. Sin embargo sí que limitará el impacto en nuestra cuenta pues, si tuviésemos, en lugar del 2%, un 20% arriesgado, nos habríamos llevado un batacazo mucho mayor.
Hemos descubierto que la regla del 2% no limita al 2% el daño que podemos sufrir, pero que sí lo limita a un porcentaje de poca monta. Con un 2% arriesgado, si hay fuertes gaps, podemos perder un 5%, pero no perderemos nunca un 50%. Lo más importante es la preservación del capital, no lo olvidemos.
JGV: Nos vemos fuera, después de haber acumulado ganancias que parecían seguras. Este valor, que había subido como una hormiguita, nos dejó planchados al abrir con un gap que impidió que nuestro stop entrase donde debería.
MOLXA: Otro que abre con un gap, destruyendo los beneficios acumulados. También estamos fuera.
MTA: Este valor, con el que tan bien nos ha ido, es el único que se retira del juego sin dejar pérdidas, pues al abrir sin gap, cuando se alcanza el stop, éste ejecuta su misión sin contratiempos y nos vamos con el dinero en el bolsillo, incluso en la segunda mitad de la operación, donde habíamos retirado de la mesa la mitad de las acciones.
CPB: El mínimo del día es exactamente el stop. Nos salimos, obviamente con pérdidas, aunque moderadas.
HNZ: Empieza mal y acaba mal. Lo único bueno es que el stop funcionó y las pérdidas han sido limitadas, conocidas de antemano y controladas.
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